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Mostrando entradas de julio, 2018

Más allá del robo del viche y de un concurso de belleza; exterminio programado contra las comunidades afrocolombianas Por: Jesús Karabalí

Nos están robando la medicina ancestral para hacerla pasar por medicina occidental, satanizándola para macro industrializarla y dejar a las y los médicos tradicionales casi que sin nada. La medicina ancestral que ayuda a que muchos vean la luz de la vida, la medicina que cura el mal de ojo, el cólico o el dolor de cabeza, ese bendito dolor de barriga. La medicina que ayuda a la preñada y a la parida. Nos están robando uno de los legados que las y los ancestros del Áfrika trajeron y aquí nos dejaron. El hombre blanco ha vuelto a reclamar el mundo para sí mismo, ha dicho que él también es negro, claro cuando le conviene, si fuera siempre negro por que no está siempre en la defensa del territorio, en la defensa de la medicina ancestral. Nos están robando la salud. Cada día mueren pacientes que están desparramados por el corredor de la muerte del sistema de salud que iniciaron a principio de los años 90’s las elites del país. Cada día mueren más niñas y niños en Buena

La invención del Dios blanco y del Diablo negro; Santos, ángeles y otros demonios

Fanon (1963) plantea que el objetivo de crear un dios blanco   sirve a los intereses del colonialismo y a la esclavización. Si Dios, el supremo, el todo poderoso es blanco, eso implica directamente que el hombre blanco es su referente y máximo representante en la tierra, por ende los no blancos deben obedecerle, el propósito de inventar también que los ángeles y los santos son solo blancos y los demonios solo negros, también se conecta con la idea del bien y del mal, del orden y del desorden, de la justicia y de la injusticia.    Sobre crear imágenes de Dios y otras, la Biblia dice: “No os haréis ídolos, ni os levantaréis imagen tallada ni pilares (sagrados), ni pondréis en vuestra tierra piedra grabada para inclinaros ante ella; porque yo soy el SEÑOR vuestro Dios”. (Levítico 26:1). “No tendrás otros dioses delante de mí. No te harás ídolo, ni semejanza alguna de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No los adorarás ni lo