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Más allá del viche y del currulao; el rostro no afro del Festival Petronio Álvarez


Más allá del viche y del currulao; el rostro no afro del Festival Petronio Álvarez
Por Jesús Carabali
                        “Debemos recuperar nuestras fiestas”    Mbuyi Kabunda
El festival Petronio Alvares está siendo considerado como uno de los mejores de América Latina.  Desde 1996 se realiza en la ciudad de Cali este majestoso evento con el propósito de que se reúnan los moradores del Pacifico colombiano y sus ascendientes, pero este festival traspasó los muros de la etnicidad, pues hoy podemos evidenciar que personas de casi todos los rincones del planeta lo frecuentan; japoneses, chinos, nigerianos, norteamericanos, españoles y demás, aplaudimos este hecho.
 Ya no podemos decir solamente, “si huele a caña, tabaco y brea usted está en Cali hay mire vea”. (Canción de la orquesta Guayacán). Hoy estamos obligados a decir, y no sólo en épocas de Petronio, huele a viche, toma seca, arrechón o piangua, pues el Pacífico está en Cali, está en muchos rincones de la ciudad.
La mercantilización del Festival Petronio Alvares
Las fiestas de las comunidades africanas y de la diáspora no están enmarcadas en patrones económicos y lucrativos. Las fiestas se han realizado para entrar en dialogo con los dioses y diosas, con la lluvia, el sol, el mar o los ríos. Las representaciones musicales de las huellas de la africanía o la diáspora africana no son de competencia son de resistencia. En este sistema mundo/moderno capitalista nada escapa a la mercantilización. 
Capitalismo salvaje; ¿dónde está la verdadera  representación étnico/diversa?
Podríamos suponer que si el festival es del Pacífico, son sus gentes quienes deberían llevar la batuta en él. Pero esto no se ve reflejado en la mayoría de sus aspectos.  Si un festival es de personas de Pasto, pues son los pastusos quienes deben liderarlo y por consiguiente esto se debe presuponer en este tipo de eventos. 
En dialogo con algunos vendedores comentaban que las personas afros tenían sólo la prioridad en la venta de las bebidas autóctonas. Algunas personas se quejaron del alto costo de un puesto de comida: 450.000. Este precio es muy alto para una persona de  escasos recursos en este país y por los días que dura el festival es muy difícil recuperar esa inversión, además los y las vendedoras de comida se quejaban por que los puestos estaban muy retirados del público y que algunos empresarios se  quedaron con muchos puestos y luego contrataban a las personas del Pacífico cuyos puestos fueron negados.
La occidentalización de la “belleza” afro
“La alta costura también tiene lugar en la pasarela”, decía una de las presentadoras, al referirse a los trajes supuestamente típicos de la cultura africana. Cuando recorremos los pueblos del Pacífico nos damos cuenta de la diversidad de la fisionomía de las mujeres y hombres de esta región, pero en el desfile de moda se pudo apreciar que la belleza  del Pacífico está enmarcada en los patrones de mercado, parece que sólo hay “belleza” en el modelo impuesto por las pasarelas uero/norteamericanas. Prueba de ello se vio reflejado cuando   desfilo una niña algo robusta y de estatura media con rasgos faciales que no enmarcaban en dicho modelo, algunos espectadores y espectadoras no pudieron contener la risa al ver a esta modelo, (un número significativo de espectadores era afro para ser más preciso). Si el festival es para resaltar la “belleza” del Pacífico deben estar representados los cuerpos diversos, sonrisas diversas y demás. 
Algunos asistentes y personas cercanas me ayudaron a formular las siguientes preguntas:
1.    La Alcaldía, la Gobernación o el Ministerio de  Cultura apoya a los músicos del Pacífico para que puedan llegar a Cali?
2.    Quiénes son los grandes financiadores del evento?
3.    Quiénes se quedan con las ganancias del evento?
4.    Por qué el abuso de poder de miembros de la policía?
5.    Por qué si había vigilancia de la policía y privada se observaron personas de aspecto europeo en el evento consumiendo marihuana e incluso hasta cocaína?
6.    Por qué pocas personas afros tenían puestos de venta en las artesanías?  
7.    Por qué se decidió ubicar a las personas de la tercera edad en la gradería más lejana de la tarima principal?
8.    Por qué había una gradería donde se permitía el ingreso sólo de la elite?
Este es un llamado a la diversidad cultural, estoy de acuerdo con el lema; “la cultura que se encierra se auto elimina”, pero en este caso, están haciendo visible este festival para eliminar sus aspectos fundamentales; el reencuentro de la gente del Pacífico con las danzas, compartir comidas, recordar historias y demás.  Creo en el dialogo pluricultural dentro de los diversos eventos, pero creo de forma radical que las personas deben ser respetadas en toda su integridad. Los festivales son de los pueblos no de unos cuantos sanguinarios mercantilistas.





Comentarios

  1. Estoy de acuerdo contigo, además de que los últimos Petronios a raíz de su masificación han adolecido de una buena y adecuada organización y logística, esta fiesta se ha mercantilizado y se ha ido convirtiendo en el divertimento de la élite. Como afirmé en otro comentario, no comparto el afrocentrismo, como citas la cultura que se encierra se autoelimina y las culturas se transforman continuamente por su interacción con otras. Pero claro, esto no niega el patrón racista y mercantil con el que ha ido siendo manejado este Festival. Cómo se ha convertido en moda, en un evento exótico para quiénes asisten para divertirse superficialmente y no a aprender e interactuar con la cultura afropacífica. Esto se expresa en múltiples aspectos. Los problemas del Petronio tienen múltiples aristas, los que has señalado y muchos otros más, desde su aspecto cultural, artístico, la preservación de las tradiciones, la raíces, la transformación de las mismas, la falta organización, apreciación del público, politiquería, falta de inversión, mercantilización, exotización, etc.

    Pero el llamado que quiero hacer es que si esto ocurre también es en la medida en que ha faltado organizarnos como pueblo afro en su diversidad, o como redes culturales afro para que esto no siga sucediendo con el Petronio en este caso específico, pero también con otras problemáticas de las poblaciones afrocolombianas. Recuperar nuestras fiestas como dices requiere que nos apropiemos de ellas, y eso por lo menos para mí implica no solo denunciar la exotización, la occidentalización, la mayor cantidad de mestizos y gomelos que asisten a la fiesta y se drogan o fuman marihuana, sino que requiere una politización y asumir posiciones y acciones más radicales frente al gobierno municipal y otras instituciones. Hacer protestas, plantones, exigencias más fuertes frente a lo que ha ido sucediendo con el Petronio, su mercantilización, falta de organización, o degradación si se quiere ver de esa forma. Bueno, me imagino que con decir esto no cambia nada pero solo quiero decir lo que pienso y ojalá la propuesta tuviera eco para trabajar con fuerza, respeto y organización en este sentido. Astrid Cuero.

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  2. De acuerdo con lo que escribes. Y también estoy de acuerdo con Astrid. Hay que reaccionar y no seguir el juego.

    Si no estamos de acuerdo con los precios de los puestos para comida y artesanías.. pues no lo paguemos. Si como asistentes no vemos una representación importante de afros en dichos puestos de comidas, bebidas y artesanías, entonces no compremos. Si conocemos de abusos por parte de la administración o la policía pues denunciemos y no asistamos al evento. Si como artistas que participan en las competencia no se sienten conformes con las condiciones puestas, pues no participen.

    Ya se que es difícil pensar en semejante cosa (no participar en Petronio y perder la oportunidad de darme a conocer??, no tener un puesto en el Petronio y perder la posibilidad de ganarme cualquier peso??) y que en mi posición es fácil decirlo (no soy artesana, no soy artista, no soy cocinera, ni acostumbro a ir a Petronio) ... pero piensen por un momento que sera de PETRONIO sin el componente afro. Si demostramos la inconformidad con acciones en algún momento tendrán que escuchar y cambiar.

    Allí les dejo la inquietud.

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