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El retorno del Uribismo ha aumentado la persecución y asesinato de lideresas y líderes sociales




El atentado contra Francia Márquez y otros líderes es prueba de ello. 

El 7 de agosto del año 2018 será recordado como un día extremadamente trágico para Colombia y Suramérica. Ese día Iván Duque tomó posesión como presidente de Colombia en nombre de Álvaro Uribe y su partido el denominado Centro Democrático, que con una elección fraudulenta logró quedarse con el poder. El fraude estuvo marcado por los innumerables tachones que se encontraron en los tarjetones, donde se adulteraron las cifras para favorecer al candidato Duque, sumado a ello la compra y venta de votos que se registró a lo largo y ancho del país. 
Desde el regreso frontal al poder del uribismo Colombia parece estar gobernada por el cartel de Medellín, ya lo dijo Trump hace un par de semanas: “desde que llegó Duque a la presidencia de Colombia está ingresando más droga a Estados Unidos”. Adema el mandatario estadounidense acusó a Colombia de enviar criminales a su país[1]. En consecuencia, Colombia se ha convertido en el supuesto salvador del vecino Venezuela, aumentando el odio hacia los pobladores de esa nación, con su injerencia política. Vale la pena recordar que en Colombia hay muchos niños que mueren de hambre en los departamentos de la Guajira, el Chocó, Cauca y Nariño, sumado a eso la prostitución infantil va en aumento día a día en las principales ciudades, como Bogotá, Medellín, Cali y Cartagena. 
Basta con escuchar tan solo dos minutos a algunos senadores del Centro Democrático para darnos cuenta del bajo nivel académico que poseen y la beligerancia que expanden. Sus discursos cargados de odio dejan claro que ellos están en un terreno propicio para su estilo de vida. Es probable que nunca en la historia de Colombia llegará tanto congresista mal preparado a “representar” al pueblo, el problema, a mi modo de ver, va más allá de que al actual presidente del Senado, Ernesto Macías, se le cuestione si tiene o no un título de bachiller, debido a que él puede decir que tiene doctorado de Harvard y bajar de internet un diploma. El tema es que hay demasiada arrogancia combinada con la petulancia y de esa forma es imposible gobernar para sacar al país del estado donde se encuentra. 
Ya sabíamos, incluso quienes votaron por el Centro Democrático, que con su regreso aumentaría la violencia en Colombia, la persecución y asesinato de lideresas y líderes sociales. En la era de Uribe eso fue pan de cada día. Encontramos que la Fiscalía dice que entre 2016 y 2018 han sido asesinados 178 líderes sociales. La Defensoría del Pueblo refiere que son 282 hasta febrero de 2018. Pero según el último informe presentado por Indepaz (Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz), junto con Marcha Patriótica y la Cumbre Agraria Campesina Étnica y Popular, entre el 1 de enero y el 17 de noviembre de 2018 fueron asesinados 226 líderes sociales y defensores de los derechos humanos en 112 municipios. En 2018 hubo un incremento respecto a los últimos años, pues en el año 2016 se registraron 97 casos y en 2017 hubo 159, aunque el punto álgido de la situación fue el registrado en el año 2003 con un total de 1.912 de estos homicidios. Asimismo, este informe concreto que durante los primeros 100 días de mandato del presidente Iván Duque se registraron 120 líderes sociales asesinados. Las zonas más afectados durante el año han sido el Cauca con 48 casos, Antioquia con 33, el Valle del Cauca con 19, el Norte de Santander y Putumayo con 18, Nariño con 13 y Córdoba, Meta y Caquetá con 11.[2] Debemos recordar que Uribe fue presidente entre el 2002 y 2008 y con la llamada seguridad democrática se cometieron la mayor cantidad de falsos positivos. La modalidad consistía en asesinar jóvenes para luego vestirlos con un uniforme y hacerlos pasar por guerrilleros. De esta forma se le hacía creer al país y a la Comunidad Internacional que Colombia estaba derrotando a la guerrilla. 

El uribismo está desmontando los esquemas de seguridad

En la era Santos muchas lideresas y líderes sociales que habían sido amenazados denunciaron que el gobierno no brindada la protección suficiente, por tal motivo muchos líderes fueron asesinados. En la era Uribe la situación ha empeorado, pues el gobierno en cabeza del portavoz oficial Duque, sostiene que no es posible proteger a tantos líderes, porque son muchos. Vemos claramente como el actual gobierno se burla de los líderes, pero la mayoría de congresistas en cabeza de Uribe tienen exceso de seguridad.
El atentado contra Francia Márquez, Carlos Rosero y otros defensores de Derechos Humanos y del Medio Ambiente, perpetrado en las últimas horas en el departamento del Cauca, es una muestra de las ansias de poder que corre por las venas de los empresarios del terror que tienen sometido a Colombia en sus más de 200 años de existencia. Por ello hacemos responsable al actual gobierno por lo que pueda suceder a nuestros líderes y lideresas.  Exigimos se refuercen los esquemas de seguridad y exigimos que el actual gobierno desmonte sus discursos de odio, el cual ha aumentado la violencia en el país y en la región.



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